¿Sabes esos días en los que no quieres saber del mundo pero que lo quieres saber todo?
Quizás sea esta agonía la que me está matando, la del no saber. Son de esos días en los que quieres hablar con las personas que más te importan, pero también son de esos días en los que no quieres pronunciar palabra y estar encerrada en tu mundo. No sabes lo que pasa a tu al rededor, no sabes lo que está ocurriendo con tu vida y con todo lo que te rodea, solo sabes que estás viviendo y que cada día que pasa es un día menos que queda. Andas perdida, divagando entre recuerdos que sabes que no te hace nada bien recordar, perdida a ciegas en ese mundo que te has creado y del que te sientes incapaz de salir. Sientes agonía, presión, desesperación, angustia, ganas de llorar, de desahogarte con la nada y con el todo.
Algo que no logras entender es el '¿por qué?'. Porqué tiene que estar pasando ahora, cuando todo parecía marchar sobre ruedas, cuando tu vida por fin estaba retomando el rumbo que querías darle desde hacía mucho tiempo atrás. Es algo que te resulta imposible de entender. Siempre hay algo que no logras que esté bien a tu al rededor y mucho menos logras que esté bien dentro de esa cabeza loca que tienes, que nunca deja de pensar, de dar cuerda, como si de una bomba de relojería se tratara. Intentas buscarle el lado positivo a las cosas, lo logras encontrar, pero vuelve a llegar algo que te hace desplomar desde ese séptimo cielo en el que estabas. Qué fácil sería todo si fueras capaz de controlarlo con tu propia mente y con lo que pasa por tus pensamientos. Pero, ¿quién dijo que la vida fuera fácil? Seguramente todo esto es lo que te ha hecho crecer, lo que te ha hecho ser cómo eres ahora, así que no decaigas y levanta la cabeza, que nadie mejor que tú saber hacer esto último.
Hay tantas cosas que quieres cambiar, con tu familia, con tus amigos, conocidos, enemigos, hasta incluso con los desconocidos. ¿No te has planteado que para poder cambiar esto tendrás que cambiarte primero a ti misma? Seguro que sí, pero te has sentido tan inútil en tantas ocasiones que has decidido desistir y tirar la toalla, no lo vuelvas a hacer. Sabes que no es el mejor camino, así que despierta y levántate de una vez del mundo en el que llevas metida varios días, porque no quieres que esto se convierta en meses o en más tiempo. Si pudiste estar feliz hace poco, puedes volver a estarlo ahora.
Como esa mañana en la que piensas que todo va a salir bien, pero luego resulta que el día se torna de una manera totalmente contraria. Como esos días en los que parece que te vas a comer el mundo y lo único que haces es tragar y tragar. Son esos días repletos de bipolaridades, sinsentidos, palabras tan vacías que prefieres no escucharlas.
Quién mejor que yo para animarme y decirme las cosas que realmente duelen a la cara, o a través de las palabras...~~
...Y es que eres un pilar importantísimo en mi vida. Me cuesta la vida y más cada vez que te alejas de mí, cada vez que estás distante, que no eres el mismo conmigo, sea por el motivo que sea. Sé que no te lo digo muy a menudo, pero no quiero que esto termine por nada del mundo, me costaría demasiado desacostumbrarme de ti, de tu compañía y de estar a tu lado. Me ha pasado muy pocas veces en la vida, el depender en cierta medida de una persona, pero cuando le cojo tanta importancia ya no puedo volver atrás y prescindir de ellas. Que sepas que eres uno de esos pilares que sostiene mi bienestar y que cada vez que te noto lejos, se va derrumbando cada vez más.
No quiero sonar extremista con estas palabras, ni tampoco quiero que se vea como que soy una persona que depende demasiado de los demás, simplemente quiero que tengas presente cuan imprescindible eres para mí.
Recuerdo que al principio casi ni te hacía caso. Reconozco que hasta casi te hacía invisible. Hay que ver cómo se pueden llegar a cambiar las tornas de una manera tan bestial.
Espero poder compartir contigo tantas cosas como me sea posible en esta vida, porque sé que contigo todo es diferente y lo vivo todo con muchísimas más ganas. Sé que si me lo propongo, y con un poco de tu parte, todo esto podrá ser posible.
No quiero que esto te suene a una carta de arrepentimiento o de disculpas hacía ti, quiero que te suene a que eres el mejor amigo que una persona se puede permitir, que eres grande, demasiado grande, tanto que muchas veces me pregunto si merezco estar al lado de una persona que vale tantísimo. Espero subirte la autoestima con mis palabras, como también espero que sepas que me tienes para lo que sea, siempre estaré ahí para cuando me reclames.
No pretendo absolutamente nada más allá que tu agrado y que no se te olvide NUNCA que todo lo que digo lo hago de corazón y que no pretendo una respuesta. Esto no es la primera vez que te lo digo pero quiero que lo tengas siempre, siempre, siempre presente.
Aunque no te lo suela decir, sabes que te quiero. Es por ello que me afecta cada lejanía que noto hacía ti de una manera más directa. Sigue siendo cómo eres y no cambies nunca por nada ni por nadie, porque así, tal y como eres, eres una auténtica joya.
Con esto quiero terminar, no sin antes decirte que no te vengas abajo nunca, y si lo haces, cuenta conmigo, que sin pedírmelo ya estoy ahí para lo que necesites.
~~ We are the promised ones, and nothing's in our way...
Hoy te escribo esto porque tengo la necesidad de contarte las cosas que pasan por mi mente en estos instantes. Estoy tan cansada de la monotonía de todos los días que ya ni sé qué hacer para cambiarlo, pero lo peor de todo es que en el fondo no hago nada para remediarlo. Han pasado tantas cosas desde que nos conocimos que escribirlas me llevaría días, incluso meses, pero sé que en el fondo siempre has sabido cómo estoy y lo que pasaba por mi mente aunque no me entendieras del todo.
Has pasado por unas rachas bastantes odiosas, pero siempre has intentado salir airosa de cualquier situación, es por ello que te admiro en ese sentido y sé que cualquier cosa que cualquier batalla que se te presente la podrás librar, estoy segurísima de ello. A mí me ha pasado exactamente lo mismo. La mayoría de los días que pasan no sé ni por qué lo hacen, pero luego tengo los mejores días del mundo y es cuando amo la vida más que nada. Amo vivir y sentirme viva. Sé que juntas saldremos de esta, como lo hemos hecho siempre ya que ya van 18 años que llevamos la una al lado de la otra. Están esos momentos en los que te sientes tan sola, que no tienes a nadie, pero no olvides que siempre estaremos la una cerca de la otra, ya que eres lo único que nunca se irá de mi lado, no sé si por suerte o por desgracia.
Necesito contar tantas cosas, desahogarme tanto, que nunca encuentro el momento para empezar a hacerlo o es que quizás lo que necesito es encontrar ''el momento''. Seguramente sea ahora, en medio de una clase, cuando he encontrado ese huequito en mi mente que necesitaba salir de una maldita vez. No espero sentirme mejor después de esto, lo único que quiero es que se me quite este tremendo peso que llevo encima desde hace meses, desde que mi vida cambió de una manera demasiado brusca.
Intento que no me afecte nada del exterior, pero es prácticamente imposible, ya que mi vida no solo depende de nosotras, al contrario, lo más importante parece que está en el exterior. Sé que siempre he dicho que no hay que depender tanto de los factores que no estén relacionados internamente con nosotras, pero es que, cada día que pasa, me parece más imposible, pero aún así, siempre intento depender de mí y de nadie más, no quiero que me hagan más daño.
Sé que siempre me voy mucho por las ramas, pero es que necesito explicar todo lo que siento paso por paso para luego llegar a un fin concreto y llegar al verdadero asunto de lo que he estado hablando.
Espero no tener que retractarme nunca de las palabras que salen de mi mente y que mis dedos se encuentran escribiendo, ya que pienso que si lo que dije fue en un momento concreto, es porque era lo que sentía y lo que pensaba, que es lo que está pasando ahora mismo.
En definitiva lo que te vengo a decir es que quiero que me leas y que me escuches, que tomes un poco de tu tiempo para hacerme caso y no hagas lo que te venga en gana.
Como bien te conté antes, mi vida ha dado un giro de 180º literalmente. Ya nada es lo mismo que hace un año, lo cual no quiero decir que sea peor, sino diferente. Me ha costado demasiado adaptarme a esta nueva situación, pero cada día que pasa lo logro más y puedo afirmar que ya lo tengo superado, lo cual no quiere decir que eche de menos mi situación anterior. La vida da demasiada vueltas como para quedarme estática y no girar con ella, es por ello que, aunque me cueste la misma vida, intente seguir la secuencia de los giros y construir mi vida a partir de ellos.
Es tan increíble lo que está pasando a mi alrededor que me cuesta creer que sea verdad. Están aconteciendo tantos hechos, que parece mentira que vayan a pasar parte de la historia, de la cual yo formé parte. Debemos sentirnos orgullosas por las cosas que hemos conseguido juntas, una al lado de la otra, afrontando todos estos hechos que nos pasaban por delante. Es impresionante cómo puede cambiar la humanidad de un día para otro, pero la realidad está ahí, y no podemos permitirnos el lujo de quedarnos quietas mirando a nuestro alrededor, así que te propongo que realicemos un movimiento y luchemos por nuestro propio interés y el de las personas que nos importan, ya que sabes que la mayor parte de nuestra felicidad y nuestro bienestar se lo debemos a ellas. Esas personas por las que darías la vida es por las que merece la pena luchar y seguir con la cabeza bien alta.
En concreto, ambas sabemos que podemos contar con los dedos de la mano las personas que son totalmente imprescindibles en nuestra vida. Tenemos el corazón partido en varios lugares del mundo, en los cuales se encuentran personas que son únicas en todo el sentido de la palabra. En concreto, sabemos que no podemos vivir si no hubiera una persona a la que le tenemos un cariño especial, por la que sentimos ese amor que se le da a una hermana pequeña, a la cual queremos proteger siempre que podamos y que ella se sienta a gusto con nosotras. No puedo negar que no la echo de menos, y que me encantaría que estuviera conmigo, viviendo lo que me pasa día a día, pero sé que siempre estamos la una al lado de la otra, porque siempre está presente, quiera dónde quiera que esté. No podemos verla mal, y lo sabes, porque se nos parte el corazón por no poder estar a su lado y levantarla en esos momentos en los que se está cayendo y que cree que no se podrá levantar, pero sé que siempre se podrá levantar gracias a ese poder que tiene y esa grandeza que la caracteriza. Aunque nos den rabietas, ella sabe que en el fondo, y no tan en el fondo, no queremos que nada nos separe y poder seguir con esta amistad que ya tenemos más que consolidada. No hace falta que diga tu nombre, porque tú, si tú, que sé que me estás leyendo, sabes perfectamente que va por ti.
Siguen habiendo muchas otras personas que han pasado y que han dejado huella, y espero que la sigan dejando, a lo largo de mi vida. A ellas les quiero agradecer todo lo que han hecho y siguen haciendo por mí, por nosotras. Sin ellas mi vida no hubiera sido lo mismo, ni siquiera se hubiera acercado a lo que ahora mismo es, así que, darles las gracias se me queda pequeño, pero a través de las palabras, es lo más que puedo hacer, ya que los hechos siempre seguirán ahí.
Espero que después de esto, nuestra vida siga siendo la misma, mejorando en todo lo posible.
~De mí para mí misma.
Es increíble cómo puede cambiar mi estado de ánimo después de unas palabras, después de hablar conmigo misma, de escucharme aunque sea por un ínfimo período de tiempo. Sé que si esto lo hago más a menudo las cosas me podrían ir mejor. Espero poder seguir mi vida tal cual me gustaría y estoy casi segura de que así será, así que lo que me queda es seguir viviendo el día a día como hasta ahora y afrontar los problemas según vayan viniendo, dejando atrás todo aquello que me haga sufrir, que no me haga ser yo misma.
Sinceramente no sé muy bien por qué me encuentro ahora mismo escribiendo esto; supongo que es por la música y porque me apetecía escribir algo, da igual el qué. A lo que iba, que me voy por las ramas y no llego a dónde quiero.
Estos dos últimos meses han sido como una montaña rusa de emociones. Una veces he estado en lo más alto, tanto que sentía vértigo de la caída que podía ver al final del todo. Otras veces me he sentido en lo más bajo, tan bajo que he llegado a cuestionarme absolutamente todo lo que estaba haciendo con mi vida. En el fondo, la vida consiste en eso, emociones, sentimientos, sensaciones.
Seguramente todo esto viene a raíz de que mañana comienza un año nuevo, aunque bueno, es un día más que pasa dentro de toda mi vida. Dicen que 'año nuevo, vida nueva', dudo que eso sea del todo cierto. Quiero seguir con mi vida, me gusta, aunque sea un desastre, es mío y me pertenece. Puedo llegar a sonar contradictoria en muchas ocasiones, pero los puntos de vista pueden cambiar constantemente, nada es estático ni está fijado de una forma determinada.
Feliz año y demás cosas que se suelen decir. ¡A ser felices!
...Y ahí estaba ella, sentada en ese sillón del cual era imposible despegarla.
Pasaban los días y nada le importaba, era como si no existiera. La gente pasaba a su alrededor, pero ella ni se inmutaba. Podía pasarse horas y horas delante de la ''caja tonta'', y ni siquiera enterarse a quién o qué estaba viendo, pero al menos parecía feliz. Era la vuelta a la infancia, una infancia llena de heridas y de cicatrices sin cerrar. La época de la desesperación, de no saber quién era. Confusiones...
Qué extraño tenía que ser estar en su piel. Mirando cómo pasan los días, las horas y pensar que nada ha pasado cuando ya todo ha ocurrido. Una y otra vez lo mismo. No se cansa. ¿Es eso vida? Quizás sí, pero el hecho de que el corazón bombee no significa que una persona esté viva en todos los sentidos.
No supimos cómo lidiar con el dolor. Verla cada mañana, ver cómo los días para ella pasaban hacía detrás en vez de hacía delante. Pero... ¿qué se podía hacer si ni ella misma lo sabía? Los días pasaban y nosotros pasamos con ellos. Es por ello que el tiempo hizo mella en su tan intensa y larga vida.
La echo de menos, quiero que vuelva. Sé que no puedo pedir cosas imposibles, pero con ella es diferente. Era todo demasiado complicado y sé que ahora las cosas están mejor, eso no quita que a su lado no era feliz. El olor de su perfume, ver cómo se reía por cualquier bobería como una niña pequeña cuando le ries la gracia... No merece la pena que recuerde los malos momentos, al contrario, tengo que agradecer haber podido conocer a una persona como ella.
Quizás no me haga bien recordarla, pero me resulta tan inevitable. Ha pasado un año y tengo la sensación de que fue ayer mismo cuando cogí un avión hacía otra isla y al día siguiente tuve que volver a su lado, por desgracia no de la manera que hubiera querido.
Sé que no soy perfecta, ni tan siquiera lo intento, pero lo que sí hago es medir mis palabras. Sé que puedo controlar todo lo que está a mi alcance y eso es algo que me aterra.
¿Cómo hago para controlar todo lo que me rodea? Es algo completamente imposible. Podré controlar mis sentimientos, pero no estoy en el cuerpo del resto de personas para poder adivinar qué es lo que les pasa por la mente o qué es lo que sienten. Creo que tampoco me gustaría saberlo, no quiero más quebraderos de cabeza. Es por ello que puedo llegar a hacer daño, tanto que ni me imagino su inmensidad. No me gusta vivir con esto; en alguna ocasión he llegado a pensar que todo iría mucho mejor sin sentimientos, pero esta idea se me va tan rápido como llegó a mí. Sin sentimientos no hay vida, por mucho que puedan llegar a fastidiar, es lo que mantiene a las personas en pie día a día.
Nadie dijo que vivir fuera fácil pero, ¿existe algo más bello que vivir? Sinceramente lo dudo. Lo dudo porque vivir en todo el sentido de la palabra significa amar, soñar, volar, y un sinfín de verbos con un significado perfecto. Sí, no todo es como un cuento de hadas, pero compensan más los momentos buenos que los malos. Una tarde con amigos. Observar las estrellas con buena música. Pasarte horas y horas hablando de tonterías con la persona que quieres. No cambiaría por nada los momentos buenos que han pasado por mi vida, ya que es lo que me mantiene en pie a día de hoy.
Creo que no hay canción que me identifique más en estos momentos. No hace falta que explique nada, con leer la letra ya hay más que suficiente. Odio hacer daño, y más si es sin intención de ello. Lo siento, siento tantas cosas que ya ni sé qué es lo que siento de verdad. No pretendo ser una víctima de absolutamente nada, de hecho, no lo soy, simplemente me desahogo con las teclas, que son las que mejor me entienden ahora mismo, no van a rechistar. No sé cuánto daño he podido hacer a lo largo de mi corta, pero intensa, vida. Ni lo sé ni sé si quiero saberlo, pero me gustaría pedir perdón, aunque sea demasiado tarde a todas aquellas personas a las que les pude haber causado algún mal momento. Me reitero tanto que ni sé por dónde van los tiros de mis pensamientos. En fin, deliro.
Me da vértigo el punto muerto y la marcha atrás, vivir en los atascos, los frenos automáticos y el olor a gasoil. Me angustia el cruce de miradas, la doble dirección de las palabras y el obsceno guiñar de los semáforos. Me arruinan las prisas y las faltas de estilo. El paso obligatorio. Las tardes de domingo y hasta la línea recta. Me enervan los que no tienen dudas y aquellos que se aferran a sus ideales sobre los de cualquiera. Me cansa tanto tráfico y tanto sintentido. Varado frente al mar mientras el mundo gira.
¿Alguna vez te has parado a mirar cada parte de tu cuerpo?
Analizar cada parte de él, recorrer con la yema de tus dedos cada espacio que posees.
Eres tuya, de nadie más. Aprovéchate, haz contigo lo que nadie más puede hacer. Eres capaz de tocar todo lo que desees en cualquier momento del día. Siente cada latido de tu corazón, déjate llevar por ellos, como si se tratara de la canción que más te transmite.
Siente, ama, crece con cada paso que das.
Muchas veces no te das cuenta de lo que realmente tienes, la cantidad de cosas que posees, y ya no hablo de objetos materiales, sino de sentimientos; sentimientos que guardas en una pequeña cajita al lado del corazón.
Hay momentos en los que no puedo controlar cada movimiento de mi cuerpo; es entonces cuando apareces tú... Eres la única persona capaz de hacerme sentir algo tan grande, tan lleno de sentimientos, de amor...
Perdóname si no puedo llegar a expresarte todo lo que de verdad siento, pero hay veces en las que mi cobardía se apodera de mí y no quiere irse. Perdóname si no te sé querer cómo te mereces, lo hago lo mejor que puedo, lo sabes. Basta ya de excusas, no tengo por qué seguir pidiéndote perdón por nada y tú mismo me lo has dicho.
Siento que me contradigo, pero sinceramente estoy escribiendo lo primero que se me pasa por la cabeza, es por eso que rectifico a tiempo.
Busca en mi mirada esas palabras que nunca te dije.
Recuerdo cada momento a tu lado como si estuviera pasando en este mismo instante. Me haces sentir viva. Dormir a tu lado... Qué extraño fue la primera vez, cuando empezábamos a ser algo más que simples conocidos.
Esa manera que tienes de tocarme, mirarme, mimarme, qué pena que no sea eterno.
Me he quedado sin ideas. A lo largo de la noche me han ido sucediendo cosas que me hacen replantearme seriamente si realmente cuando intento ayudar a alguien lo consigo o jodo más la situación.